sábado, 10 de febrero de 2018

Ondenwald

Parece que todo estuviera callado
pero el Odenwald habla en susurros.
No es un bosque cualquiera,
es un espejo antiguo
donde el viento te acaricia
y trae luciérnagas la tarde.
Es la huella en el barro, castaños eternos,
el aroma del musgo, la hiedra mojada.
Si paras un momento al borde del camino
y escuchas crepitar las hojas,
oyes el comienzo del mundo,
la vida que emerge, su canto.
Recuerda su nombre, no olvides nunca
el lugar donde el silencio
se convierte en la respuesta.

Elena Rodríguez

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